miércoles, 17 de septiembre de 2014

Los ochenta


Paradójicamente, lo único que no nos hace reír de los años 80 es el humor de los años 80.

La música oscilaba entre lo anecdótico y lo pretencioso, ejecutada y percutida por adolescentes desarrapado.

Si la música tenía un pie en lo anecdótico y lo pretencioso, en el cine triunfaban Garci y Almodóvar, que tanto daño han hecho al arte en general y cuyos efectos aún los sufrimos en la actualidad. Posiblemente, los únicos que se tomaban el serio sus películas eran los críticos especializados, cuatro o cinco actores en el caso del primero, y tres pingüinos despistados en una sala de cine allí en Alaska.

La moda al completo fue un elogio interminable al daltonismo y al mal gusto. Se ligaba gracias a las drogas (y a los milagros).

Respecto al humor, acabo de ver en la TV una reposición de un programa de La Trinca y estoy seguro de que se trata de los cuatro jinetes del Apocalipsis. El cuarto es Pedro Ruiz, que va detrás para hacerse notar.

Recordamos los 80 con nostalgia porque no podemos recordar otra cosa. Nuestro recuerdo es mejor del que debiese porque nosotros sí que éramos mejores de lo que somos.

lunes, 15 de septiembre de 2014


Observar algo, a alguien o un hecho en particular. Dar un paso atrás y volver a hacerlo. Dar otro paso atrás y volver a observar. Repetir hasta que no haya nada que observar ni nadie que observe.